¿Qué es el trastorno de estrés agudo?

Hechos sobre el trastorno de estrés agudo

Hechos sobre el trastorno de estrés agudo

 

El trastorno de estrés agudo (TEA), también conocido como “shock”, es una condición mental que aparece al menos tres días después de haber experimentado un evento traumático (como accidentes de tráfico, agresiones, guerra, violencia sexual o desastres naturales). Generalmente, se resuelve en el plazo de un mes después del evento traumático, pero si los síntomas persisten, puede evolucionar hacia un trastorno de estrés postraumático (TEPT). Aproximadamente una de cada cinco personas adultas desarrolla TEA tras un evento traumático [1], y entre el 8 % y el 24 % de los niños y adolescentes experimentan TEA después de un accidente de tráfico [2],[3]. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar TEA en comparación con los hombres: 23 % frente a 8 % [4].

Aunque esta condición suele resolverse en el plazo de un mes, el diagnóstico del trastorno de estrés agudo es crucial por varias razones:
1. Las personas con TEA sufren un gran malestar debido a sus síntomas.
2. El 57 % de los hombres y el 92 % de las mujeres con TEA desarrollan TEPT posteriormente [4].
3. Existen estrategias efectivas para reducir el impacto del TEA en quienes lo padecen.

Comprender el trastorno de estrés agudo también ayuda a los familiares y amigos a brindar mejor apoyo a quienes lo experimentan. Las personas con trastorno de estrés agudo pueden presentar síntomas como problemas de concentración, irritabilidad, dificultades para recordar ciertos aspectos del evento traumático y cambios de humor. Además, el trastorno de estrés agudo se asocia con problemas de salud física, especialmente dolor crónico [8].

Al aprender qué implica tener TEA, los familiares y amigos pueden brindar un apoyo significativo. Se ha demostrado que una red de apoyo sólida y la cohesión familiar reducen el malestar psicológico y alivian los síntomas del TEA [5],[6].

Si deseas que un terapeuta te ayude con estos problemas, puedes reservar una consulta gratuita y sin compromiso con nosotros aquí.

 

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Trastorno de estrés agudo – signos y factores de riesgo

el trastorno de estrés agudo

Infografía sobre el trastorno de estrés agudo

 

No solo las personas que experimentan directamente un evento traumático pueden desarrollar TEA; presenciar un evento traumático o enterarse de que le ha ocurrido a un amigo cercano o familiar también puede llevar al desarrollo de TEA. Además, la exposición repetida a las consecuencias de eventos traumáticos (por ejemplo, trabajadores de emergencias en desastres) puede desencadenar TEA [7].

    Algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar TEA::

  • Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar trastorno de estrés agudo.
  • Las personas cuya narrativa del evento traumático es más desorganizada.
  • Individuos con creencias negativas sobre sí mismos tras el evento traumático.
  • Profesionales expuestos frecuentemente a eventos traumáticos, como trabajadores de emergencias, policías y bomberos.
  • Personas jóvenes y solteras.
  • Para obtener más información sobre los factores de riesgo, visita: Hechos sobre el TEA.

     

 
 

Síntomas del Trastorno de Estrés Agudo


el trastorno de estrés agudo

Hechos sobre el trastorno de estrés agudo


Las personas con trastorno de estrés agudo pueden experimentar síntomas que se dividen en cinco categorías:

  • 1. Intrusión: Sueños angustiantes recurrentes o recuerdos del evento traumático, flashbacks y angustia psicológica prolongada.
  • 2. Estado de ánimo negativo: Incapacidad para experimentar emociones positivas, como felicidad, entusiasmo o sentimientos de amor.
  • 3. Disociación: Dificultad para recordar detalles del evento traumático o sensación de que el tiempo transcurre más lentamente.
  • 4. Evitación: Evitación de recuerdos o situaciones que recuerden el evento traumático.
  • 5. Excitación (arousal): Mayor irritabilidad, problemas de sueño y dificultades de concentración.

Para conocer los criterios diagnósticos oficiales del TEA, haz clic aquí.
 
 

Trastorno de Estrés Agudo en el Trabajo

El Trastorno de Estrés Agudo (TEA) se ha asociado con impactos negativos significativos en el rendimiento laboral, un mayor agotamiento y niveles elevados de ansiedad en los profesionales. Por ejemplo, un estudio realizado con docentes de primaria y secundaria durante la pandemia de COVID-19 encontró que niveles más altos de TEA estaban relacionados con un aumento en el agotamiento laboral, especialmente en los docentes masculinos [8]. De manera similar, los profesionales de la salud expuestos a factores estresantes agudos en el lugar de trabajo, como los vividos durante pandemias, presentaron tasas elevadas de TEA, lo que condujo a una disminución en su rendimiento laboral y una mayor susceptibilidad al agotamiento y a trastornos de ansiedad [9].

Estos hallazgos subrayan la necesidad crítica de intervenciones efectivas en la gestión del estrés para mitigar los efectos adversos del TEA en la salud mental y el rendimiento laboral de los empleados.
 

 

Literatura

  • [1] Holeva, V., Tarrier, N., & Wells, A. (2001). Prevalence and predictors of acute stress disorder and PTSD following road traffic accidents: Thought control strategies and social support. Behavior Therapy, 32, 65-83.
  • [2] Meiser-Stedman, R., Yule, W., Smith, P., Glucksman, E., & Dalgleish, T. (2005). Acute stress disorder and posttraumatic stress disorder in children and adolescents involved in assaults or motor vehicle accidents. American Journal of Psychiatry, 162, 1381-1383.
  • [3] Forbes, D., Creamer, M., Phelps, A., Bryant, R., McFarlane, A., Devilly, G. J., … & Newton, S. (2007). Australian guidelines for the treatment of adults with acute stress disorder and post-traumatic stress disorder. Australian & New Zealand Journal of Psychiatry, 41, 637-648.
  • [4] Bryant, R. A., & Harvey, A. G. (2003). Gender differences in the relationship between acute stress disorder and posttraumatic stress disorder following motor vehicle accidents. Australian & New Zealand Journal of Psychiatry, 37, 226-229.
  •  

    Literatura parte 2

  • [5] Holeva, V., Tarrier, N., & Wells, A. (2001). Prevalence and predictors of acute stress disorder and PTSD following road traffic accidents: Thought control strategies and social support. Behavior Therapy, 32, 65-83.
  • [6] Shaw, R. J., Deblois, T., Ikuta, L., Ginzburg, K., Fleisher, B., & Koopman, C. (2006). Acute stress disorder among parents of infants in the neonatal intensive care nursery. Psychosomatics, 47, 206-212.
  • [7] Fullerton, C. S., Ursano, R. J., & Wang, L. (2004). Acute stress disorder, posttraumatic stress disorder, and depression in disaster or rescue workers. American Journal of Psychiatry, 161, 1370-1376.
  • [8] Li, Q., Miao, Y., Zeng, X., Tarimo, C. S., Wu, C., & Wu, J. (2022). Acute stress disorder and job burnout in primary and secondary school teachers during the COVID-19 pandemic: The moderating effect of sense of control. Frontiers in Psychology, 13, 904588. 
  • [9] Kara, S., & Çalışkan, B. (2023). Editorial: Anxiety, burnout, and stress among healthcare professionals. Frontiers in Public Health, 11, 10808712.
  • https://link.springer.com/content/pdf/10.1007/s12144-022-03134-7.pdf