el burnout - hechos sobre el burnout.

A principios de los años 70, se usó el término el Burnout en inglés, o síndrome del agotamiento profesional (en español)  para describir las consecuencias de las personas que se trabajaban en la atención a la salud que estaban expuestas a un estrés severo y tenían dificultades para sobrellevar el estrés. Hoy en día, todo el mundo puede experimentar Burnout, desde docentes hasta banqueros y desde empleados autónomos hasta gerentes [1], [2], [3], [4].

Cuando una persona experimenta mucho estrés (o está bajo mucha presión) durante un largo período de tiempo y no puede recargarse emocional y físicamente, puede llegar a ¨quemarse¨ lentamente. Las personas con burnout a menudo reportan sentimientos de agotamiento, problemas cognitivos, dificultad para concentrarse, falta de empatía, motivación y creatividad. Además, los individuos quemados reportan sentirse cínicos, irritables y toman más bajas por enfermedad, en comparación con los individuos sanos. Experimentar eventos traumáticos o muy estresantes puede acelerar el proceso de agotamiento, porque es más difícil concentrarse en las propias necesidades. El descuido de las necesidades personales, como una nutrición saludable, suficiente descanso, ejercicio e interacción social, hace que sea más difícil concentrarse y disfrutar de la vida, pudiendo causar problemas sexuales, irritabilidad, arrebatos de ira, falta de apetito y más [3], [ 6], [7].

 

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Subescalas de Burnout

Los investigadores identificaron tres subescalas del burnout: agotamiento emocional, despersonalización y eficacia profesional [5]. Las personas que están quemadas no necesitan obtener una puntuación alta en las tres subescalas, pero una puntuación general más alta indica más síntomas graves de agotamiento. De los estudiantes de medicina dental de las universidades de Manchester, Belfast, Helsinki, Amsterdam y Cork, el 39% mostró agotamiento emocional, el 22% de despersonalización y el 41% tuvo logros personales limitados [8]. Aquí hay una breve definición de estas subescalas:

  • Agotamiento emocional: las personas con puntuación alta en el agotamiento emocional informan que se sienten extremadamente cansadas, drenadas y abatidas; una falta de energía y la incapacidad de recargar sus niveles de energía.
  • Despersonalización: las personas con puntuaciones altas en la despersonalización tienen una visión distorsionada y deficiente de sí mismas, de los demás y del entorno propio, que se manifiesta por una falta de empatía y, a menudo, pérdida de motivación y una sensación de aislamiento [8], [9], [10].
  • Eficacia profesional: las personas con puntuaciones altas la escala de logros personales limitados experimentan problemas de concentración, les resulta difícil concentrarse en las tareas y tienen una actitud negativa hacia las tareas (relacionadas con el trabajo). Estas personas también reportan sentimientos de indiferencia y  falta de creatividad.

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En promedio, las mujeres obtienen puntuaciones más altas en las subescalas del agotamiento emocional y de la eficacia profesional, mientras que los hombres obtienen puntuaciones más altas en la despersonalización [11]. La despersonalización reduce el estrés, mientras que la eficacia profesional aumenta el estrés [12]. Esto último se puede ver en ámbito académico donde muchas personas con un doctorado experimentan síntomas de agotamiento. Lea más sobre esto aquí. En otras palabras: la falta de empatía y la disminución de la motivación y una actitud negativa hacia las tareas parecen reducir los niveles de estrés. Desafortunadamente, estos mecanismos de afrontamiento no son suficientes para deshacerse del burnout.

 

El burnout versus la depresión

Las personas pueden notar las similitudes entre la depresión y el burnout, como una superposición de los síntomas: pérdida de concentración, problemas para dormir, falta de memoria y sentirse cansado / agotado. Sin embargo, hay diferencias entre las personas que se sienten quemadas o deprimidas. Por ejemplo, las personas que están deprimidas con más frecuencia informan una  disminución en la sensación de superioridad  y una pérdida de estatus percibida, en relación a las personas con burnout [17]. Las personas que sufren un síndrome de agotamiento profesional severo a menudo cumplen con los criterios para el trastorno depresivo mayor (87.5%), y viceversa (26.2%), lo que sugiere que el burnout puede llevar a la depresión [18], [19], [20], [21]. Además, la depresión se asocia con una falta de reciprocidad en la vida privada, mientras que los individuos con burnout experimentan una falta de reciprocidad en el trabajo (pero no en la vida privada) [20].

 

El burnout – baja por enfermedad

El burnout reduce la productividad en el trabajo [16], hace con que las personas tomen largas licencias por enfermedad [14], [15] y aumenta el riesgo de futuras ausencias debido a trastornos mentales y de comportamiento o condiciones físicas [13], [14]. Además, más personas con burnout están trabajando activamente a pesar de que en realidad están quemadas [15], lo que indica que el número real de bajas por enfermedad debería ser mayor. Tener empleados en el trabajo con burnout es costoso para las empresas, debido a que son menos productivos, cometen más errores cognitivos y están menos motivados y comprometidos.

 

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El burnout – Bibliografia:

  • [1] Embriaco, N., Azoulay, E., Barrau, K., Kentish, N., Pochard, F., Loundou, A., & Papazian, L. (2007). High level of burnout in intensivists: prevalence and associated factors. American journal of respiratory and critical care medicine, 175, 686-692.
  • [2] Vercambre, M. N., Brosselin, P., Gilbert, F., Nerrière, E., & Kovess-Masféty, V. (2009). Individual and contextual covariates of burnout: a cross-sectional nationwide study of French teachers. BMC Public Health, 9(1), 333.
  • [3] Khattak, J. K., Khan, M. A., Haq, A. U., Arif, M., & Minhas, A. A. (2011). Occupational stress and burnout in Pakistans banking sector. African Journal of Business Management, 5, 810-817.
  • [4] Jamal, M. (2007). Burn-out and self‐employment: a cross‐cultural empirical study. Stress and Health: Journal of the International Society for the Investigation of Stress, 23, 249-256.
  • [5] INTeReSTS, D. O. (2015). Burnout in physicians. JR Coll Physicians Edinb, 45, 104-7.
  • [6] Leiter, M. P. (2005). Perception of risk: An organizational model of occupational risk, burn-out, and physical symptoms. Anxiety, Stress & Coping, 18, 131-144.
  • [7] Schaufeli, W. B., & Maslach, C. (2017). Historical and conceptual development of burn-out. In Professional burnout (pp. 1-16). Routledge.
  • [8] Gorter, R., Freeman, R., Hammen, S., Murtomaa, H., Blinkhorn, A., & Humphris G. (2008). Psychological stress and health in undergraduate dental students: fifth year outcomes compared with first year baseline results from five European dental schools. Eur J Dent Educ., 12, 61–68.
  • [9] Michal, M., Sann, U., Niebecker, M., Lazanowsky, C., Kernhof, K., Aurich, S., … & Berrios, G. E. (2004). Die Erfassung des Depersonalisations-Derealisations-Syndroms mit der Deutschen Version der Cambridge Depersonalisation Scale (CDS). PPmP-Psychotherapie· Psychosomatik· Medizinische Psychologie, 54, 367-374.
  • [10] Eckhardt-Henn, A. (2004). Dissoziative Störungen des Bewusstseins. Psychotherapeut, 49, 55-66.
  • [11] Vercambre, M. N., Brosselin, P., Gilbert, F., Nerrière, E., & Kovess-Masféty, V. (2009). Individual and contextual covariates of burnout: a cross-sectional nationwide study of French teachers. BMC Public Health, 9, 333.
  • [12] McManus, I. C., Winder, B. C., & Gordon, D. (2002). The causal links between stress and burnout in a longitudinal study of UK doctors. The Lancet, 359, 2089-2090.
  • [13] Toppinen-Tanner, S., Ojajärvi, A., Väänaänen, A., Kalimo, R., & Jäppinen, P. (2005). Burnout as a predictor of medically certified sick-leave absences and their diagnosed causes. Behavioral medicine, 31, 18-32.
  • [14] Schaufeli, W. B., Bakker, A. B., & Van Rhenen, W. (2009). How changes in job demands and resources predict burnout, work engagement, and sickness absenteeism. Journal of Organizational Behavior: The International Journal of Industrial, Occupational and Organizational Psychology and Behavior, 30, 893-917.
  • [15] Peterson, U., Demerouti, E., Bergström, G., Åsberg, M., & Nygren, Å. (2008). Work characteristics and sickness absence in burnout and nonburnout groups: A study of Swedish health care workers. International Journal of stress management, 15, 153.
  • [16] Nayeri, N. D., Negarandeh, R., Vaismoradi, M., Ahmadi, F., & Faghihzadeh, S. (2009). Burnout and productivity among Iranian nurses. Nursing & health sciences, 11, 263-270.
  • [17] Brenninkmeyer, V., Van Yperen, N. W., & Buunk, B. P. (2001). Burnout and depression are not identical twins: is decline of superiority a distinguishing feature?. Personality and individual differences, 30, 873-880.
  • [18] Ahola, K., Honkonen, T., Isometsä, E., Kalimo, R., Nykyri, E., Aromaa, A., & Lönnqvist, J. (2005). The relationship between job-related burn-out and depressive disorders—results from the Finnish Health 2000 Study. Journal of affective disorders, 88, 55-62.
  • [19] Hakanen, J. J., & Schaufeli, W. B. (2012). Do burn-out and work engagement predict depressive symptoms and life satisfaction? A three-wave seven-year prospective study. Journal of affective disorders, 141, 415-424.
  • [20] Bakker, A. B., Schaufeli, W. B., Demerouti, E., Janssen, P. P., Van Der Hulst, R., & Brouwer, J. (2000). Using equity theory to examine the difference between burn-out and depression.
  • [21] Wurm, W., Vogel, K., Holl, A., Ebner, C., Bayer, D., Mörkl, S., … & Hofmann, P. (2016). Depression-burn-out overlap in physicians. PloS one, 11.